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Plaza del Coso de Peñafiel

Peñafiel

Esta plaza es uno de los símbolos de Peñafiel y se denomina oficialmente Plaza del Coso. Para nosotros, los habitantes de la villa, es llamada cariñosamente como El Corro. Todo apunta que el solar actual estaba ocupado por una manzana de viviendas, muy cerca de la muralla y la puerta de San Miguel de Suso.


En el momento que hubiese festejos en el interior, las casas se aprovechaban para las vistas. En algunas viviendas se mantiene este derecho medieval de vistas por el cual cada parcela puede tener varios propietarios, el de la casa y los de las vistas, dejando paso al poseedor de las vistas por la propiedad cuando se celebrase algún acontecimiento.


Su forma tan original y planteamiento urbanístico recuerda a otras plazas mayores de España. Este coso taurino se considera el más antiguo de nuestro país, creado a tal efecto, porque el lugar no es presidido por una iglesia, ni por el ayuntamiento, ni otras sedes institucionales de la villa, sino que cada casa era aprovechada para las vistas. Es cierto que la casa del concejo, llamada consistorio, servía para el público y bajo ella se cobijan los toriles.


Su estructura se ha conservado desde los siglos medievales y todavía hoy, durante las fiestas patronales, celebradas del 14 al 18 de agosto, es el momento de la original celebración taurina. En el medio de la plaza se coloca provisionalmente un ruedo circular y las sueltas de novillos ocupan los dos espacios, por dentro y por fuera del ruedo, simultáneamente. Las salidas de la plaza, un pasadizo y la calle, se cierran con talanqueras de madera y la plaza entera se convierte, por unos días, en un gigantesco teatro en el que cada balcón es un palco.


Le recomendamos que visite la oficina de turismo, situada en esta plaza, porque el audiovisual “Cosovisión” les muestra la historia que ahora le estoy contando, en unos veinte minutos. Es esta una ocasión perfecta para hablarle de otro de los actos más particulares que llevamos a cabo en esta plaza, el domingo de pascua, la bajada del Ángel, fiesta de interés turístico nacional. En la escenificación barroca, un niño vestido de ángel, ayudado por una tramoya y arnés, desciende de cinco metros de altura sobre la imagen de la virgen, quitándole el velo de luto porque Cristo ha resucitado.  Por lo menos desde finales del siglo XVIII se hacía así. Ambas fiestas, taurina y religiosa, están declaradas de interés turístico nacional y regional, por su graciosa y original representación.

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