Actividades
Más de lo que imaginas
La comarca de Peñafiel ofrece una variedad de actividades que combinan cultura, naturaleza, gastronomía y enoturismo.
Mucho más que un destino, una experiencia completa para los sentidos. Ya sea que busques historia, naturaleza, vino o simplemente desconectar, aquí siempre hay algo que hacer.
Visitas culturales y patrimoniales: Admás del majestuoso Castillo de Peñafiel que alberga el Museo Provincial del Vino, existe una gran variedad de patrimonio en cada uno de sus pueblos, testigos del rico pasado medieval de la comarca.
Enoturismo: Visita algunas de las mejores bodegas de España, desde pequeñas explotaciones familiares hasta grandes nombres internacionales. Catas guiadas, maridajes, experiencias sensoriales y paseos por viñedos.
Rutas de senderismo y naturaleza: Explora parajes naturales cavados el Duratón o la ribera del río Duero. Hay rutas a pie o en bici para con diferentes niveles, ideales para descubrir paisajes tranquilos y espectaculares.
Fiestas y tradiciones: No te pierdas las fiestas locales, como la Semana Santa, las fiestas patronales o los tradicionales encierros. La Plaza del Coso, única y centenaria, cobra vida en estos eventos.
Turismo familiar: Peñafiel también es perfecto para viajar con niños: actividades al aire libre, visitas didácticas en bodegas, museos adaptados y naturaleza para explorar en familia.
Más de lo que imaginas
Una exquisita gastronomía gracias a los productos autóctonos, fruto de una geografía diversa, de un clima excelente, y del legado histórico dejado por los pueblos que habitaron este territorio, y que se refleja en una gastronomía diversa en sabores y aromas.
La fusión vino gastronomía representa el matrimonio ideal para disfrutar de uno de los grandes y mejores placeres que ofrece la ciudad.
Son tantas las combinaciones del jerez y la gastronomía típica local que la enogastronomía, o lo que es lo mismo, el arte de armonizar los sabores del vino y la gastronomía, nos invita a descubrir esta amplia oferta que seduce a todo el que la práctica.
La ciudad oferta un amplio catálogo de restaurantes, bares y tabancos que te sugieren un recorrido tan sorprendente como delicioso.
Entre los platos típicos encontramos la berza jerezana, riñones al jerez, cola de toro, chicharrones, quesos, o el plato típico de los viñadores 'el ajo de viña' que se sirve en los meses de otoño e invierno junto al vino joven, o el tocino de cielo y el Pedro Ximénez como delicatessen en los postres.